¿Qué tal estáis llevando esta ola de calor? Yo con muchísima envidia de los chiquitajos, que no tienen cole y aprovechan todo lo que pueden para estar en la piscina y/o en el parque.. Bueno, en realidad les envidio aún más por las meriendas que les preparan sus mamis… ¿Recordáis aquellas tardes de pan con chocolate? ¿Y las de pan con jamón o sobrasada? Ay… lo más interesante es que eran productos totalmente naturales que nos daban energía para aguantar toda la tarde 😀
Pues como de antojos vive una… os traigo una receta un poco más complicada de las que suelo preparar, pero igual de reconfortante, y perfecta para una merienda de sonrisas dulces y saladas 🙂
Ingredientes para 6 bollos suizos de leche:
- 300 gramos de harina de fuerza.
- 15 gramos de levadura fresca de panadero.
- 125 mililitros de leche entera.
- 50 mililitros de aceite de oliva, y un poquito más para engrasar un molde.
- 50 gramos de azúcar blanquilla.
- 2 huevos.
- 60 mililitros de vainilla en pasta.
- 60 mililitros de agua.
- 1 pizca de sal.
Elaboración:
En un recipiente alto vertemos 1 huevo, la sal, la leche,la vainilla, el azúcar, el aceite y la levadura (deshecha en trocitos) y mezclamos bien hasta obtener una pasta homogénea.
A continuación, incorporamos la harina y el agua, y mezclamos con las manos hasta obtener una masa relativamente lisa y flexible (10 minutos de amasado, aproximadamente). Engrasamos un bol con un poquito de aceite de oliva, metemos en él la masa, tapamos con un paño de cocina y dejamos reposar hasta que la masa doble su volumen (en nuestro caso, 2 horas).
Una vez levada la masa, volvemos a amasar, dividimos en 6 porciones a las que daremos forma de bola, las colocamos sobre un papel parafinado, hacemos un corte en cruz en la superficie de cada bolita, y dejamos reposar nuevamente hasta que doblen su tamaño (en nuestro caso, 1,5 horas).
Precalentamos el horno a 180ºC durante 10 minutos. Una vez levada la masa por segunda vez, pintamos la superficie de nuestras bolitas con un poco de huevo, y llevamos al horno durante 15 minutos, o hasta que los bollitos se doren en el horno.
A continuación, sacamos del horno, y dejamos enfriar sobre la rejilla del horno.
Una vez fríos, sólo es cuestión de elegir el acompañamiento, y la compañía. Las sonrisas aparecen solas 😀
Espero que os gusten 😉
@laetitious